Un nuevo y sorprendente estudio ha demostrado que el sistema visual humano puede 'engañar' al cerebro para que haga suposiciones inexactas sobre el tamaño de los objetos en el mundo que los rodea.
Los hallazgos de la investigación, publicados en la revista PLoS ONE, podrían tener implicaciones para muchos aspectos de la vida cotidiana, como la conducción, cómo se tratan los relatos de los testigos presenciales y cuestiones de seguridad, los avistamientos de drones, etc.
El equipo de investigación de la Universidad de York y la Universidad de Aston presentó a los participantes fotografías de escenas ferroviarias a escala real, que tenían las partes superior e inferior de la imagen borrosas, así como fotografías de modelos de ferrocarriles a pequeña escala que no estaban borrosas.
Se pidió a los participantes que compararan cada imagen y decidieran cuál era la escena ferroviaria “real” a gran escala. Los resultados fueron que los participantes percibieron que los trenes reales borrosos eran más pequeños que los modelos.
El Dr. Daniel Baker, del Departamento de Psicología de la Universidad de York, aseguró que para que podamos determinar el tamaño real de los objetos que vemos a nuestro alrededor, nuestro sistema visual necesita estimar la distancia al objeto. “Para llegar a una comprensión del tamaño absoluto, se pueden tener en cuenta las partes de la imagen que están borrosas, un poco como las áreas desenfocadas que produce una cámara, lo que implica un poco de matemáticas complicadas para darle al cerebro el conocimiento de la escala espacial”, explicó.
“Este nuevo estudio, sin embargo, muestra que podemos ser engañados en nuestras estimaciones del tamaño de los objetos. Los fotógrafos aprovechan esto usando una técnica llamada 'miniaturización de cambio de inclinación', que puede hacer que los objetos de tamaño real parezcan modelos a escala”, añadió.
Los hallazgos demuestran que el sistema visual humano es altamente flexible, a veces capaz de una percepción precisa del tamaño mediante la explotación de lo que se conoce como 'borrosidad de desenfoque', pero en otras ocasiones está sujeto a otras influencias y no logra dar sentido al tamaño del objeto del mundo real.
Según el profesor Tim Meese, de la Universidad de Aston, “los resultados indican que la visión humana puede explotar el desenfoque para inferir la escala perceptiva, pero lo hace de manera cruda. En general, nuestros hallazgos brindan nuevos conocimientos sobre los mecanismos computacionales utilizados por el cerebro humano en los juicios de percepción sobre la relación entre nosotros y el mundo externo”.
* Tomado de El Debate
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